Nuestra torta contiene un 70% de frutas que calamos de manera artesanal.
Después de hornearla la regamos con ron, brandy, un buen vino tinto y una mezcla de especias, escencias y pizcas...
Viene después un largo reposo para destilar sabores, añejar licores y acentuar aromas de forma natural, sin conservantes.
El tiempo y la paciencia son el secreto de nuestro sabor.